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¿ Y SI PERDEMOS UNA COMPETICIÓN?

Este fin de semana mi guía y yo nos jugábamos la liga.. Sí si, cual la de fútbol eh?

!Pero de agility!

Llevamos un año en esta cosa que los humanos llaman competición, aunque,  si os digo la verdad, a mi cómo le llamen me da exactamente lo mismo. Yo  lo que sé  es que voy con ellos (mis guías) de paseo, que puedo ser a ratos «perro flauta» paseando por sitios que molan, que veo un montón de gente que me cae bien ( alguno me da chuches cuando mis guías no miran), y que voy a jugar a hacer agility y a divertirme.

Recuerdo que la primera vez que fuimos a competir yo no estaba muy segura de mi guía , porque es un poco cabeza loca y encima va sobre ruedas. En ocasiones tengo que decidir yo qué hago porque, aunque la quiero mucho, no corre lo suficiente, ni con las ruedas ni con la voz;  ya me encargo yo entonces de decidir cúal es el siguiente obstáculo.

Claro que en confianza os diré que tampoco suelo acertar y el señor o señora juez suele hacer ese gestito de cruzar los brazos por encima de la cabeza que significa ¡eliminadas!.

MEJORAMOS CON EL TRABAJO

Ahora la cosa va mejor, tanto va mejor que el sábado, en la penúltima prueba íbamos primeras cinco puntos por delante… En la primera prueba del domingo nos empataron y en la segunda y última vimos ese gesto que os comentaba ( que es muy poco favorecedor, pero al juez no le importa  ) y perdimos la liga por diez puntos. Esos 10 puntos significan que el equipo competidor hizo una pista perfecta y sumó esos diez puntitos que le dieron la victoria.

¿Qué pasa si perdemos?

Mi amigo Hugo, un rapaz que está empezando con el agiliy, estaba allí ( que majete es) y estaba preocupado porque decía que mi guía no tenía un buen día  ( no nos salío demasiado bien la pista) y pensaba que a mí me afectaba . Pero se dio cuenta de que mi guía en ningún momento me transmitió ese mal día, que yo sólo recibí felicitaciones y que  el agility para mi es un juego estemos donde estemos.

Eso le dejó mucho más tranquilo.

Hugo vió en la competición de agility juego, camaradería, aplausos, risas y también frustración (evidentemente) de algunos guías. Pero sobre todo le quedaron ganas de volver y de seguir trabajando con Arán para , igual algún día, participar de la fiesta del agility.

La próxima semana nos vamos al Campeonato de España, pero esa ya será otra historia.

Recordad siempre

Sed Felices