Si en una búsqueda en Google aunamos movilidad reducida o discapacidad y perro el resultado son perros de asistencia, perros de terapia o actividades terapéuticas…
Pero las personas con discapacidad pueden ser perfectamente guías caninos, agilitistas, guías de obediencia, practicar fresbee, dancing dog o realizar cualquier actividad con su perro cuando, AL IGUAL que cualquier otra persona, esta actividad se adapte a sus condiciones y/o a las condiciones de su perro.
Yo soy una persona con discapacidad, soy usuaria de silla de ruedas y he educado a mis perros en Lobos de Naraío: paseo con ellos, con correa o en suelto, jugamos , trabajamos , y no sólo hemos educado a los perros sino que también practico y compito en agility.
Y si yo lo hago cualquier otra persona lo puede hacer porque, afortunadamente, no soy la única.
En España es poco habitual ver a una persona con una discapacidad visible trabajar con su perro, normalmente si llevamos perro la mayoría de la sociedad lo achaca a una cuestión terapéutica. En varias ocasiones me han dicho que “mi perro me obliga a salir de casa a pasear” o “mira que bien que tengo un perro y me relaciono con otras personas”, como si por ir sentada no tuviese vida o me dedicase exclusivamente a verla pasar….
Mi primera experiencia en educación canina
Lola era mi bichita. Una pastora alemana adoptada, con muchos miedos y un comportamiento en el que no se podía confiar mucho porque llevabas un susto rápidamente. Y , con uno de esos sustos, pedí ayuda a un educador canino recomendado por mi veterinario: Lobos de Naraío. Y ahí empezó mi Vida Canina ( aunque yo ya había tenido cuatro perros). Empezamos en educación, trabajamos para fortalecer nuestro vínculo y para ganar confianza, aprendimos lo bueno de un transportín, nos fuimos a tomar cafés a las terrazas y de paseo por el pueblo. Pero en Lobos de Naraío hacían agility…. Y yo creía que no podía, que no sería lo mío, que no era viable…
Agility
Pero no quería irme. Era un lugar donde nos sentíamos bien, donde había otras personas y otros perros que sabían respetar nuestro espacio , nos divertíamos , desconectaba del trabajo y de los líos y Lola crecía cada día que pasaba. Así que pregunté (después de mucho tiempo diciendo que yo jamás haría agility) …¿podríamos hacer agility? Y ellos se liaron la manta a la cabeza y dijeron “venga va”. Lola llegó a hacer exhibiciones y alguna competición y a ser una perra capaz de estar en medio de un montón de gente, de perros, de jaleo . Siempre estaré agradecida por los aprendizajes, la compañía, las amistades y la oportunidad.
Y cuando la salud de Lola nos dijo que había llegado el momento de que descansara , llegó Fada .
Fada es una border collie cocodrilo ( no deja nariz entera como la achuchen) y que toma sus propias decisiones cuando no me entiende ( y eso pasa más a menudo de lo que a mi me gustaría). Vuela sobre las vallas y yo voy siempre tarde, mal y “arrastro”, pero feliz. Nuestro entrenador ( y media naranja) Javier Sánchez Amado, no es tan feliz como yo y me sacaría de la pista a rastras en muchas ocasiones ( con toda la razón ) ; pero me aguanta (claro que no le queda otra).
A la dificultad del agility se suma la diferencia de movimientos, las dificultades del terreno con la silla, la diferencia a la hora de utilizar o no utilizar el cuerpo, el timing que nunca es timing para mi y , sobre todo, que no sé tirar el mordedor (siempre me dice que va a dar un curso de cómo lanzar el mordedor)… Pero nada importa, ese ratito en la pista hace que diga “en algún momento saldrá, vamos a seguir trabajando” y seguimos…
Paragility
La Federación de Caza (federación deportiva dónde está incluido como disciplina el agility) nos ha dado la oportunidad de competir en Paragility, con una adaptación del reglamento de competición que establece las condiciones de las pistas de paragility . La adaptación es una cuestión de accesibilidad imprescindible para que las personas con discapacidad tengamos la oportunidad de terminar las pistas sin eliminarnos y con espacio y tiempo suficiente dentro de lo que marca el reglamento.
En RSCE (canina) el paragility está nombrado pero no hay posibilidad de adaptación de la pista porque el reglamento no lo contempla. Esto hace imposible que las personas con problemas de movilidad podamos competir en igualdad de condiciones , pues los recorridos (evidentemente) están diseñados para competidores con movilidad. Aunque también os digo que he visto a una persona con una movilidad muy reducida, caminando con un bastón, que era la envidia del 90% de l@s agilitystas : Luis Miguel Jimenez Cuenca , con un trabajo increible y flipante , un espectáculo en las pistas de agility.
En las competiciones de canina habría que ir eligiendo en función de las pistas y eso no es viable.
¿Se puede?
Claro que se puede. Hacen falta ganas, motivación, un educador/a entrenador@ dispuesto/a a liarse la manta a la cabeza y mucha tolerancia a la frustración por parte de tod@s ( pero también forma parte del aprendizaje).
Os seguiré contando sobre la accesibilidad de los centros, las pruebas, sobre el comportamiento de los perros y cualquier cosa que me parezca interesante o que os parezca interesante a vosotros.
Y os agradecería muchísimo que , si conocéis a alguien con discapacidad y que le gusten los perros y le apetezca dar un pasito en el mundo canino le animéis a hacerlo y le digáis que no está sol@: ya hay algún@s loc@s que lo hacen, se divierten, se rallan, se frustran , pelean y buscan apoyos para seguir creciendo.
Recordad siempre que lo importante es
Ser Felices